Vibrar alto es un concepto que resuena en el mundo espiritual/energético, muchas veces se plantea como una forma para atraer cosas buenas y positivas a tu vida: oportunidades, relaciones, entre otras
A mí personalmente siempre me ha generado mucho ruido este concepto, ya que en el fondo se está condicionando a sentirse siempre de la misma manera o a ver siempre el lado positivo de las cosas para mantener una "vibración elevada" y así acceder a los beneficios
Desde ese lugar para mí suena como un nuevo "Si te portas bien, puedes conseguir x"
Y en ese "portarse bien", estamos hablando de validar las emociones cómodas o placenteras y por otro lado invalidar, anular, negar y dejar de lado las emociones displacenteras
Lo que genera varias consecuencias:
- La cantidad de energía que usamos para sostener una sola forma de sentirnos es muchísima y nos rigidiza, genera peso en el cuerpo
- Nos vemos sobre-exigidxs para alcanzar un nivel de perfección que no es humana. Como humanos sentimos emociones placenteras y displacenteras, tenemos momentos difíciles, en donde el foco en primera instancia necesita estar en procesar lo que sentimos y no solo en ver el aprendizaje o lo lindo de las situaciones de manera inmediata.
- Ligado a lo anterior, no alcanzar ese nivel de perfección puede generar mucha culpa, auto-rechazo, frustración y miedo de atraer cosas terribles a nuestra vida.
Dicho esto, el verdadero desafío no es vibrar alto, es aprender a procesar y gestionar nuestras emociones.
Entendiendo que sí, tienen vibraciones distintas, pero que no son dañinas si les permitimos existir y les damos el espacio para manifestarse.